Los castillos de Haut-Eguisheim, verdaderos testigos del pasado medieval de Alsacia, se alzan majestuosamente sobre la colina del Schlossberg. Además de su rica historia que se remonta al siglo XI, estas fortificaciones son el reflejo de las luchas de poder y las alianzas que han marcado la región. A lo largo de los siglos, la destrucción y la reconstrucción han moldeado estos edificios emblemáticos, ofreciendo hoy a los visitantes una visión fascinante de las leyendas que les rodean. Al pasear entre las ruinas, se puede casi escuchar los ecos de las batallas pasadas y sentir la magia de las historias de antaño.
A ver en los alrededores
La región de Haut-Eguisheim no se limita a sus castillos. Los viñedos circundantes y la pintoresca ciudad de Colmar también son etapas imprescindibles durante una visita. En conjunto forman un marco encantador donde cada rincón cuenta una historia. La ruta de los Cinco castillos contribuye a esta experiencia inmersiva, permitiendo apreciar la belleza de Alsacia mientras se descubre su patrimonio.
La visita a estos castillos se realiza bajo su propia responsabilidad. Las ruinas son frágiles, tenga cuidado donde camina. Para permitir que todos puedan disfrutar y garantizar su seguridad, por favor no escale las paredes ni arranque o mueva piedras, no se acerque al vacío y supervise bien a sus hijos… Buena visita.
Detalles arquitectónicos y estratégicos
Cada castillo posee su propio carácter. El Dagsbourg se distingue por su posición estratégica, permitiendo vigilar los alrededores. Su construcción, realizada hacia 1147, ilustra la voluntad de los condes de Ferrette de dominar esta posición clave. El Weckmund, por su parte, refleja las rivalidades entre los señores que se enfrentaban por la supremacía regional, lo que es visible en su estructura compleja, dotada de un torreón tanto imponente como práctico.
La guerra de los Seis Deniers
Los castillos de Haut-Eguisheim no han escapado a la historia tumultuosa de la región. En 1466, durante la guerra de los Seis Deniers, fueron reducidos a la nada. Para lograrlo, un molinero mulhousiano desencadenó un conflicto que llevó a la destrucción de las fortificaciones. Este hecho histórico muestra cuán tensiones sociales y económicas podían alterar el equilibrio precario entre los nobles y el pueblo.
Un sitio por descubrir
Hoy en día, estas ruinas no son solo el vestigio de un pasado glorioso. Atraen a visitantes de todos los horizontes, curiosos por explorar estos testimonios históricos. Pasear por las calles empedradas de Haut-Eguisheim también es descubrir una mezcla de historia, leyendas y paisajes impresionantes. Se puede disfrutar de la zona de picnic cercana para saborear un trozo de kougelhopf, un manjar local, mientras se admira la vista de los castillos.